
Hacer la pelota
Es para no entender ni jota
Crescere a valanga
Avoir un chat dans la gorge
Expresiones de Marie Louise: «En el amor y en la guerra, todo hueco es trinchera»
¡Feliz 2020!

Botero, on ne sait trop comment, réussit à faire engraisser même les tournesols, en amplifiant le capitule, à l’exception des pétales qui se voient à peine. Il semble que le vase soit en passe d’éclater, tellement les fleurs sont serrées l’une à côté de l’autre.
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Crucero 2019 continuación y fin: Barcelona

Último capítulo, Barcelona, finalmente unas horas en la capital catalana, ya estamos allí. Antes de las 10:00 no podemos hacer mucho y nos vamos a las 2:00, así que todos a bordo a las 13:30.
¿Qué se puede hacer?
Decidimos ir a Barceloneta, el centro comercial Maremágnum. Lleva bien su nombre para el final de nuestro crucero y luego me acuerdo que allí se come bien. Las chicas podrán completar sus pequeñas compras y haremos nuestro último almuerzo a la española: tapas que compartir.
Crucero 2019: Palma

Palma está muy cerca de Ibiza. Esta mañana al despertar ya casi habíamos llegado. A lo lejos ya se veía la catedral. No es la primera vez que nos paramos en ella, es una ciudad pequeña, simpática y muy animada. En esta época está llena de turistas.
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Crucero 2019: En mar hacia Ibiza

El Mediterráneo, el Gran Mar Azul, el Mare Nostrum, …
Tantos nombres cariñosos para llamarla, nuestro mar. El mar que fue la cuna de nuestra civilización, el mar alrededor del cual el Imperio Romano construyó nuestro pasado, nuestra cultura y desarrolló lo que se convertiría en la Europa actual.
Una Europa que tratamos difícilmente de reunir después de tantos siglos de conflictos, causados por los intereses de la nobleza, por los idiomas que divergen, por las religiones que se oponen y por los nacionalismos que todo eso ha engendrado. Un mar que nos separa cruelmente de las poblaciones menos favorecidas, que hemos explotado y que hoy algunos políticos quisieran contener y mantener excluidos de una sociedad que han contribuido a crear.
En mar hacia Ibiza, me siento en el balcón y intento sin éxito leer, mi mirada sigue siendo atraída por la inmensidad azul.
¿Cómo no pensar en todas las personas pobres, las mujeres, los niños que han muerto en los últimos años porque querían unirse a nuestro sueño europeo, huir de las guerras, las enfermedades, la pobreza?
¿Cómo no enojarse?
